En la segunda mitad del siglo XX, los diseñadores de interiores rechazaron casi todos los cánones (anteriores) de la iluminación de interiores. Los italianos dominaron hasta la perfección el diseño de las lámparas modernas. Tenían gran libertad en la elección de los materiales – desde el cristal y piezas de metal hasta el papel. Las lámparas empezaron a adoptar formas inesperadas. Se convierten hasta hoy en esculturas suspendidas, elementos que expresan el carácter y el ambiente del interior.
EL JUEGO CON LA FORMA
La iluminación en estilo contemporáneo combina la funcionalidad con la estética. La distribución adecuada de la luz proporciona una nueva dimensión a las proporciones de la estancia. Dirigida hacia el techo ópticamente aumenta el espacio o hacia abajo – acerca el cielo raso. Las lámparas escondidas (luz indirecta), que arrojan luz sobre las paredes, logran una impresión de mayor amplitud. Por otro lado, los puntos de iluminación dirigidas hacia las pinturas o esculturas destacan las cualidades del arte.
Necesitamos recordar que las paredes, el piso y también los muebles influyen en la iluminación. Por ejemplo, las tonalidades oscuras absorben la luz. Los colores brillantes, al revés, la multiplican. Además, las superficies lisas, pulidas reflejan más la luz que las paredes ásperas. El color blanco refleja la luz hasta 80% y el gris sólo 12%. Por eso, debemos elegir la potencia de iluminación de interiores apropiada a los acabados en el apartamento.
LA FUNCIÓN Y LA ESTÉTICA DE LA ILUMINACIÓN DE INTERIORES
La luz tiene diferentes aspectos funcionales. Una de ellos es que divide el espacio. Cada zona de nuestra casa tiene una función distinta que requiere una iluminación apropiada. En el comedor diseñamos la luz para que caiga sobre toda la superficie de la mesa, sin afectar nuestra vista. Las pantallas pueden estar suspendidas a 55-60 cm por encima del tablero.
La iluminación en la cocina tiene sus propias reglas. Esto no se logra con solo una lámpara colgada en el centro del cielo raso. En esta posición, la fuente de luz está detrás de la persona proyectando la sombra sobre su espacio de trabajo. El sobre donde se preparan los alimentos necesita luz adicional. Típicamente, las lámparas halógenas o fluorescentes se colocan debajo de los armarios superiores, ocultas, ubicadas debajo de la línea de visión.
El lugar donde la iluminación toma todo tipo de formas es el espacio del descanso. La luz debe ser relajante e íntima. Para conseguir esta sensación podemos diseñar las lámparas con un “dimmer”.
La cinta de la luz colocada detrás de los muebles al nivel del zócalo nos también da efectos visuales súper interesantes.
La luz en el dormitorio debe crear un ambiente suave y cálido, sin contrastes. La lámpara con iluminación directa debe ubicarse solo en el escritorio o en lugares para leer. Una buena idea es colocar el interruptor al lado de la cama. El baño necesita tener dos sistemas de iluminación. Uno fuerte al lado del espejo, y otro, más suave, para relajarse durante la ducha.
El diseño de la luz es un arte que define el interior. Requiere gusto, estilo y conocimiento. Además de las características funcionales es un elemento de decoración que enriquece el espacio de nuestra vida.
Si quieren saber como hacer las lamparas DIY les invito a leer el articulo: «Decoración DIY» o como se diseña la iluminación en el comedor: «Decoración del comedo«.